Bendiciones para el año 2009 para toda la iglesia.

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Navidad: Una prueba de amor

En esta Navidad donde el bullicio del afán y de las formas mediáticas adormecen nuestros sentidos y ocultan temporalmente y superficialmente el sufrimiento del hombre; es nuestro deber como cristianos seguirle anunciando al mundo que la solución es Jesucristo, no el de la religión sino el de la relación, el que es amigo y salvador. La Navidad es recordarle al mundo que Jesucristo es un regalo de Dios, el cual se puede disfrutar. Sólo hay que aceptarlo y rendir la voluntad a él.
¡Feliz Navidad! Quiere decir que la vida puede cambiar para bien, no busques más en el hombre, busca en Dios.
El nacimiento, la crucifixión y la resurrección Jesucristo son la prueba de amor más grande de Dios para la humanidad. Hoy necesitas tomar una decisión sobre esta verdad. Si este es el deseo de tu corazón te invito a que hagas una oración ahí donde estás, quizá en tu mesa, en tu trabajo, en tu automóvil, con tu familia, en tu alegría o en tu adversidad y sólo dile a Jesús: Entra a mi corazón y has de mi la persona que tú quieres que yo sea. Quiero una nueva oportunidad para corregir mis faltas y pecados y conocer tu propósito para mi. Amén.

Dios nos amó tanto que envió a su Hijo para salvación.
Juan 3:16, 17

Pastor Mario Sánchez

Juntos podemos más

Qué importante es permanecer juntos como familia en la fe. Porque a través de esa unidad se mantiene la fuerza de Cristo para enfrentar y resolver cualquier circusntancia adversa de la vida, como bien lo dice el predicador en Eclesiastés 4:8-12: Que las personas en unidad mejoran el trabajo y la economía, que si algunos de ellos se desanima el otro está para animarle y si alguno es atacado habrá alguien que le defiende y que le ayude a vencer y si todo esto se hace con la guianza del Señor entonces será como un cordón de tres dobleces que no se rompe pronto ante las sacudidas propias del día al día.
No olvidemos que la Palabra dice que uno hace huir a mil y dos a diez mil. ¡Juntos podemos más!

Pbro. Mario Sánchez Garza

Juan 3:16

Perdóname Señor Jesús y ven a vivir en mi corazón

Crisis: Peligro o una oportunidad

“Afligido estoy en gran manera; vivíficame, oh Señor, conforme a tu palabra”.
Salmo 119:107

Sin lugar a dudas este tiempo que nos ha tocado vivir nos esta confrontando con muchas variables situacionales.
Este es un tiempo que nos invita a reflexionar en las siguientes instancias: ¿Quién soy yo? ¿Cómo estoy respondiendo ante la vida y mis compromisos sociales, profesionales, económicos y sobre todo como hijo(a) de Dios?
Este es un tiempo que podemos ver y tomar de dos maneras: como un peligro que nos puede llevar a experimentar temores, enfermedad, depresión y derrota o bien, como una bella oportunidad (prefiero verlo y llamarlo así) para afirmar mi identidad en Cristo y para crecer en la fe* para replantear mi vida aunque eso implique hacer cosas que no estaban consideradas en mi agenda de la voluntad y reconocer mis errores.
Jesús dijo que él es el camino, y la puerta. No olvidemos que esto significa e implica que aunque ande en valle de sombra no temeré mal alguno, por que en él tengo una salida y tengo el éxito.
Porque la promesa para sus hijos es que no se dañará el vino y el aceite (Ap. 6:6) que por encima de esta historia la gracia de Dios se seguirá manifestando a través de su Espíritu Santo, en unción que protege y su gozo que es nuestra fortaleza.

*Mi comentario sobre crecer en la fe.
Esto implica sufrir muchas veces dolor en las emociones, para hacernos crecer y después poder ver lo imposible. Creer para poder ver.

Pbro. Mario Sánchez Garza

Pacto por amor

"El cual Jesús mismo hizo ministros competentes de un nuevo pacto no de letra, sino del Espíritu"
2 Corintios 3:6

Hace un tiempo el Señor me mostró la importancia de vivir con Él en una relación de pacto, porque sin darnos cuenta nuestra relación con Dios se mueve muchas veces en dos dimensiones solamente: En acuerdo y/o contrato, la primera de estas es sólo emocional y responde a la euforia de un momento y la segunda a una convivencia "dame y te doy", y éstas dos formas tienden a cancelarse con el tiempo.
A Dios no le interesa ninguna de estas, porque Él se mueve a nivel pacto con su pueblo (lat. "pacta quantum cumque nuda, servanda sunt"). Esto implica que aún con nudos, es decir, problemas, el pacto hay que cumplirlo si es preciso, con la vida misma. Un pacto no se rompe porque es una coincidencia de carácter espiritual y de amor.
Dios ha pactado a través de la historia con hombres de fe y cuando un pacto es violado Él trata con cada generación. (Jer. 11:10-15).
La invitación es a no sólo vivir el pacto eterno de Cristo, sino a vivirlo con todo nuestro ser, buscando los más altos estándares de santidad.
¡Hagamos pacto por amor!

Pbro. Mario Sánchez

Invitación

Les informamos que los Miércoles de 7.30 a 9 de la noche tenemos intercesión en el Templo, te invitamos a unirte a esta guardia de Oración.